Actualmente son muchas las mujeres jóvenes en sus treintas que viven bajo mucho estrés laboral y social.
En décadas anteriores, las mujeres sufrían menos ansiedad que hoy en día y es que las presiones para cumplir los roles impuestos por la sociedad aumentan cada día.
No es raro que hoy en día las mujeres dividan su energía entre la vida profesional, social y familiar, y encontrar un equilibrio entre estas tres esferas trae un costo de agotamiento, depresión y ansiedad.
Como mujeres hemos adoptado muy bien nuestros roles como profesionistas, pero la jornada no termina allí, muchas llegamos a cumplir compromisos familiares y domésticos que nos llevan a tener nuestra mente ocupada en muchos asuntos.
Actualmente es común encontrar mujeres con dificultad para conciliar el sueño, conocer sus propias necesidades y satisfacerlas. Socialmente hemos aprendido que como mujeres debemos cuidar y velar por los demás antes que por nosotras mismas.
Pero te tengo una noticia: Si no cuidas por ti, si no haces tiempo para relajarte, alimentarte adecuadamente, dormir al menos 7 horas diarias, y disfrutar tiempo para ti, puedes llegar a padecer agotamiento psicológico, el cual aumenta el riesgo de padecer problemas psicológicos como ansiedad, depresión y a la larga, afectar también tu salud física por problemas como colitis, gastritis y hasta enfermedades cardiovasculares.
Por supuesto que llevar a cabo técnicas de mindfulness, yoga, o ejercitarte del modo que más te agrade es muy importante, pero lo es también que bajes tu nivel de autoexigencia, de modo que te esfuerces por ser la mejor madre, pareja, hija, profesionista, la más fitness y la más estresada y menos feliz.
Deja tu propio látigo al lado, y sábete imperfecta pero con más salud física y mental.