Muchas personas se sienten muy cómodas en su zona de confort como para salir de ella. Por eso incluso niegan las cosas más evidentes, como la falta de amor. Se trata de un mecanismo que activan de manera automática para protegerse del cambio. Por ejemplo, cuando una pareja ha vivido experiencias muy intensas y les cuesta trabajo reconocer que ya no están bien entre ellos. En estos casos, normalmente ambos se aferran al pasado porque no quieren reconocer el presente, donde el amor se ha terminado.
Incomodidad e inseguridad
En las primeras fases de la relación, el amor es tan grande que nos enceguece, todo lo que hace la otra persona nos parece adorable. Con el paso del tiempo, esa pasión va dejando paso a la realidad y descubrimos los defectos del otro. En una relación madura aceptamos e incluso llegamos a amar esos defectos pero hay ocasiones en que no es así. Entonces los defectos del otro comienzan a molestarnos.
Si notas que los defectos de tu pareja te molestan más de lo habitual e incluso llegan a desatar una reacción desproporcionada, es muy probable que estés en la fase de desenamoramiento.
Críticas destructivas
Cuando hay mucha confianza entre dos personas, es normal que las críticas sean más directas. Sin embargo, cuando comienzas a criticar constantemente a tu pareja y todo lo que hace te parece mal, quizás has dejado de amarlo.
Si no realizas las críticas con el ánimo de mejorar algo sino tan solo con la intención de herir, atacar o simplemente por el placer de criticar, es mejor que ambos valoren la conveniencia de su relación porque si no le ponen freno, podrían causarse mucho daño.
Menosprecio frecuente
Todos tenemos defectos y no siempre logramos las metas que nos proponemos, pero el papel de la pareja es el de brindar apoyo en los momentos más difíciles. Si en vez de hacer esto, comienzas a despreciar a la otra persona, la insultas o te comunicas siempre de manera sarcástica, es muy probable que el amor haya llegado a su fin.
Esto sucede porque la persona que ha dejado de amar también ha dejado de apreciar las características positivas de su pareja y se centra solo en las negativas. Se trata de un mecanismo que pone en práctica para prepararse para la ruptura haciendo que esta sea menos dolorosa. Sin embargo, en el mientras, ambos se hacen daño.
Silencios y carencia de comunicación
Hay personas que simplemente no atacan a su pareja y no le critican, simplemente erigen un muro inquebrantable, se encierran en el silencio y rompen todo tipo de comunicación emocional. Solo hablan de cosas triviales o de las tareas domésticas.
Actitud defensiva
Cuando alguien hace algo mal y piensa que lo van a descubrir, lo normal es que asuma un comportamiento defensivo, como si estuviese esperando un ataque que puede llegar en cualquier momento. Lo mismo pasa en la relación de pareja, sobre todo cuando ha ocurrido una infidelidad. Si te sientes tenso delante de tu pareja y esperas que en cualquier momento comience una batalla campal, quizás es el momento de mirar poner las cartas sobre la mesa y ver qué sucede en realidad. Una actitud de este tipo no solo te creará más problemas en la pareja sino que te convertirá en una persona más irritable y estresada.
Si crees que tu pareja está pasando por estas circunstancias, ponte en contacto con nosotros.
Fuente: “El Rincón de la Psicología”