UNA HISTORIA DE CODEPENDENCIA Y VIOLENCIA

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Era un domingo cualquiera. Renata estaba triste al saber que no podría ver a Felipe, su novio, quien le había dicho que tenía mucho trabajo. Deseaba salir con sus amigas para distraerse, pero tenía terror de que él se enterara, pues siempre le había dicho que sus amigas eran unas “sonsacadoras”, y que no podía esperar nada bueno de ellas. No deseaba que se dejara influenciar por sus amigas a quienes etiquetaba como unas “putas” por usar minifaldas. Renata por temor de que Felipe se enojara con ella y cumpliera sus amenazas de terminar la relación, prefería pasar un domingo encerrada en casa a arriesgarse a perderlo. Su vida sin él, realmente no tenía sentido alguno.

A lo largo del día recibía muchos mensajes a su celular que debía responder inmediatamente, pues de no hacerlo, Felipe la incriminaba con el hecho de que seguramente estaba coqueteando con “otros cabrones”, y le exigía que se tomara fotos de la ropa que se encontraba usando para estar tranquilo de que no se iría de loca. Ella le enviaba fotos en pijama y sin maquillaje para demostrarle que no estaba buscando una nueva relación. Además le ordenaba que sacara fotos del reloj del decodificador de cable, para saber si en realidad ese era el momento en que estaba en casa.

Renata no quería aceptar que vivía una relación violenta. Sus amigas y sus padres se lo habían dicho, pero ella prefería ya no platicarles nada pues todos le aconsejaban que terminara esa relación. No podían entender que Felipe era como el aire que respiraba y que prefería morir antes de saberse sin él.

Fueron necesarias varias sesiones con la psicóloga para que ella se diera cuenta de lo lejana que se encontraba de sus planes pasados y de aquello que siempre quiso para ella. Inició el camino de la recuperación, y el rescate de ella misma. Hoy siente que puede ser libre de decidir sobre la ropa que compra, el maquillaje que usa y las amigas que frecuenta. Ha dejado de sentir vergüenza de platicar su historia con sus amigas y está segura que su pasada relación con Felipe en era amor, sino control.

Sabe que la única persona con quien no le sería posible dejar de vivir es con ella misma, por eso las estrategias de autocuidado debe reforzarlas día con día

Ha entendido que la codependencia o adicción al amor es un laberinto oscuro del que sí pudo salir.

Si te sientes identificada con esta historia, llámanos, podemos ayudarte. Existen salidas, y usamos tu potencial para que lo logres.

Si conoces a alguien con conductas similares, asegúrale que no está sol@ y dile que nos llame al 5539 6964 o a nuestros cels 55 2725 1365 

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