1. Empieza poco a poco con gente conocida. Practica las conductas sociales, como el contacto visual, el lenguaje corporal que expresa seguridad, las presentaciones, las conversaciones triviales, hacer preguntas y las invitaciones, con personas con quienes te sientas cómodo. Sonríe. Así aumentarás la seguridad en ti mismo. Posteriormente prueba a hacer lo mismo con personas que no conozcas tanto.
2. Piensa en formas de romper el hielo. A menudo lo que más cuesta de llevar una conversación con un desconocido es el principio. Piensa en formas de romper el hielo para iniciar una conversación, como presentarte (“Hola, me llamo Cristy, vamos a la misma clase de Inglés”), hacer un cumplido (“Esa chaqueta te sienta de maravilla”) o formular una pregunta (“¿Sabes cuándo nos darán las calificaciones?”). Pensar en varias fórmulas para romper el hielo prepara el terreno para cuando necesites mantener una conversación con un desconocido o una persona a quien no le tienes demasiada confianza.
3. Ensaya lo que vas a decir. Cuando estés preparad@ para probar algo que has estado evitando por culpa de la timidez (como una llamada de teléfono o una conversación) escribe previamente lo que quieres decir. Ensáyalo en voz alta, tal vez delante de un espejo. Luego lánzate. No te preocupes si no te sale exactamente como lo habías ensayado o si no te sale perfecto. De hecho, muy pocas de las cosas que hace la gente que aparentemente está segura de sí misma son perfectas. Siéntete orgullos@ de haberte atrevido a probarlo. La próxima vez, todavía te saldrá mejor porque te resultará más fácil.
4. Date una oportunidad. Busca actividades donde puedas relacionarte con personas que comparten tus intereses. Date tiempo para ir conociéndolas e ir teniéndoles confianza. A las personas tímidas a menudo les preocupa no estar a la altura o qué pensarán de ellas los demás. Este tipo de preocupaciones pueden hacer que te eches para atrás y que dejes de hacer cosas que te encantaría hacer. Si en tu caso la autocrítica desempeña un papel importante, pregúntate si serías tan crítico con tu mejor amig@. Lo más probable es que con él o ella no fueras tan exigente y l@ aceptaras tal y como es. O sea que trátate como a tu mejor amig@. Date palabras de aliento en vez de esperar el fracaso.
5. Desarrolla la asertividad y si fuera necesario toma un taller de “habilidades sociales”. Puesto que a las personas tímidas les preocupan mucho las reacciones de los demás, no les gusta crear problemas. Esto no significa que sean “miedosas” o “cobardes” sino que no suelen ser asertiv@s. Ser asertiv@ significa defenderte cuando deberías hacerlo, reclamando lo que quieres o necesitas, o expresarte cuando otra persona está hiriendo tus sentimientos. Sobre todo, sé tú mismo. Está bien que pruebes distintas formas de relacionarte o conversar que utilizan otras personas. Pero haz y di lo que encaje con tu propio estilo. Ser tal y como uno es, y atreverse a mostrárselo a los demás, es lo que más atrae a la gente y la mejor forma de hacerlo.
